Los alumnos del Grado de
Publicidad y Relaciones Publicas de la Facultad de Ciencias de la Información
de la Universidad Complutense de Madrid han realizado un proyecto solidario
denominado Bankilo. Se trata de un banco de alimentos que, como ellos lo definen,
es un banco diferente, un nuevo concepto de banca solidaria sin gastos, ni
comisiones y con el único interés de ayudar a los demás. No admitimos tu
dinero, solo los kilos de alimentos no perecederos que te sobran.
El objetivo de este proyecto era la recaudación de alimentos no
perecederos para distribuirlos entre las personas que más lo necesitan
repartiendo la comida entre iglesias, albergues etc. a través de Cáritas
Universitaria y Cáritas Madrid. La recogida se realizo a través de diversos
stands, entre los días 10 y 14 de Diciembre. Y aunque la campaña principal ha
terminado siguen disponibles algunas
sucursales repartidas por Madrid, donde aún se puede participar.Es
el caso de las oficinas de Bankilo en el edificio de Prisa TV en Tres Cantos
(hasta el día 21), el Colegio Mayor Universitario Chaminade (hasta el día 17) y
las tiendas Tiger (20 de Diciembre).
Los alumnos han conseguido recoger más de dos toneladas de alimentos, y
una gran cantidad de dinero que se ha destinado a comprar más kilos. Distintas
entidades como 20 minutos, Inforadio o Prisa
tv colaboraron con el proyecto. Además, numerosas celebridades han participado y fomentado el proyecto con
el lema: Yo hago Food Banking. Tuvo también
gran repercusión en las redes sociales como en Twiter donde un gran número de
personas usaron sus diversos hastags
y dieron sus agradecimientos por este proyecto; o en Facebook donde contó con
miles de seguidores.
Es formidable que existan personas que desarrollen estos proyectos tan
necesarios en la situación en la que
vivimos con tanta ilusión e implicación. Debemos darles las gracias y
fomentar que se lleven a cabo más soluciones solidarias como estas.
Si les interesa este proyecto puede obtener más información a través de http://bankilo.es/
Seguramente te suenen todos estos anuncios. Es increíble la capacidad que tienen para atraer a los consumidores y por este motivo son fundamentales. Consiguen que con una imagen las personas crean tener una necesidad que quizá no exista. ¿Persuadido eh?
Qué mejor que buscar la risa fácil del público a base de bromas que te sacan una sonrisa aunque solo sea por lo absurdas que son. Probablemente no hay estampa más hogareña que ver a tu abuela pegada a la televisión, literalmente porque sino no oye, disfrutando de chistes impregnados de un acento vasco. Discutiendo con el hombre que aparece en la pantalla porque no está de acuerdo con el sofrito de las lentejas ni con los ingredientes del cocido. El mismo hombre que lleva años amenizando los canales de televisión y cuya utilización de los tomates o las zanahorias como marionetas es ya nacionalmente conocida.
A estas alturas seguramente todos habréis adivinado la identidad del misterioso cocinero pues, obviamente, no podía ser otro que Karlos Arguiñano. En entradas anteriores hablábamos de que la gastronomía tiene su espacio dentro de los medios de comunicación y un indiscutible referente en este sector es él. Su figura lleva ocupando espacios televisivos durante más años de los que nosotras podemos recordar.
Nacido hace la friolera de 64 años en el País Vasco comenzó sus estudios culinarios en la Escuela de Hostelería del Hotel Euromar en Zarauz. Actualmente, es dueño de dos importantes restaurantes situados en la misma localidad que son verdaderas joyas culinarias.
Su popularidad mediática comenzó a invadir nuestros hogares a partir de 1991 gracias al programa "Tu menú de cada día" en Televisión Española el cual le proporcionó un premio TP de Oro y un Premio Ondas en la categoría de programas nacionales de televisión.
Aunque estos fueron los inicios del protagonista de esta entrada, su fama consiguió aumentar con el paso de los años gracias a la emisión de nuevos programas donde nos enseñaba a cocinar y a innovar entre fogones. Entre estos programas algunos de los más destacados fueron "El sábado cocino yo" y "La cocina de Arguiñano".
Su nombre no solo es conocido en el ámbito nacional sino que ha traspasado fronteras llegando a países como Argentina donde su programa se mantuvo en antena durante cuatro temporadas.
Este polifacético personaje ha hecho sus aportaciones a la gran pantalla al aparecer en películas como "Airbag" de Juanma Bajo Ulloa (1997), "Año mariano" de Karra Elejalde y Fernando Guillén Cuervo (2000) y "El rey de la granja" de Carlos Zabala y Gregorio Muro (2002).
Karlos Arguiñano es además autor de una gran cantidad de libros sobre temas gastronómicos que permiten que las recetas estén al alcance de todos. Algunos de los títulos más conocidos son "El menú de cada día" y "La cocina de Karlos Arguiñano".
Con esta reducida biografía sobre el rey de las bromas entre fogones podéis ver que la gastronomía es un sector más relacionado con los medios de comunicación de lo que realmente se cree. Los referentes culinarios adquieren fama al igual que personajes públicos pertenecientes a otros sectores pero son algo menos conocidos, salvo excepciones, debido a que la cocina como actividad más allá de la obligación hogareña no está totalmente arraigada en la conciencia de la gran mayoría de los ciudadanos, tan solo en la de aquellos verdaderamente interesados en el tema.
Este peculiar hombre que difiere un poco de los vascos que aparecen en los chistes ha hecho una gran aportación a la gastronomía española haciéndola conocida a miles de kilómetros de aquí y proporcionándole un hueco en la televisión que, al fin y al cabo, es un medio que nos acompaña cada día.
La gastronomía es un tema por el
que la sociedad siempre ha mostrado interés, queriendo disfrutar de los mejores
sabores y sensaciones para su paladar. Desde la antigüedad los recetarios eran
libros muy buscados e incluso en la actualidad han llegado estar en la lista de
los números uno de ventas. El desarrollo de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación ha supuesto también un gran auge en esta materia.
Numerosos profesionales de los medios de comunicación se interesaron por el
tema gastronómico e incluso algunos llegaron a redactar libros sobre ello.
Progresivamente los profesionales fueron dejando su sitio a los cocineros que,
aunque en un principio no eran importantes ni conocidos poco a poco se
sustituyeron por grandes estrellas de la gastronomía que hacen de la cocina un
arte.
De los libros de recetas y
gastronómicos esta materia se ha extendido al resto de medios de comunicación.
El medio en el que ha recibido mayor acogida ha sido la televisión. Actualmente
existen variedad de programas televisivos dedicados a la cocina, y que
normalmente, cuentan con reconocidos chefs. Uno de los programas más destacados
es el del cocinero Carlos Arguiñano que mezcla su conocimiento culinario con el
humor. Es muy común que en los programas de formato magazine, como Las mañanas de la 1, se dedique una
sección a la gastronomía con la preparación de una receta o la visita a la
cocina de un restaurante para explicar su funcionamiento.
Aunque la televisión haya sido
el medio de mayor difusión en otros de medios de comunicación como la prensa
escrita también ha desarrollado la gastronomía. En las publicaciones de prensa
periódica cada vez es más común la presencia de una sección dedicada a la
cocina con las recetas más destacadas de la semana o con técnicas culinarias.
Además, cada vez se publican más revistas gastronómicas como Gourmet o Sobremesa.
Con el desarrollo mediático de
la gastronomía no sólo han
proliferado las publicaciones especializadas, sino que también su actividad
cuenta con un creciente sustrato académico en forma, de seminarios, congresos,
degustaciones, concursos culinarios, etc.
La gastronomía está presente en muchos
aspectos de nuestra vida y es un gusto que afortunadamente tenemos, entonces,
¿Por qué no disfrutar de ella?
Quién sabe si en la misma silla que estamos ocupando pudieron
estar sentados escritores como Camilo José Cela o Alejandro Casona.
Quién sabe si el aire que se respira en el ambiente albergó en su día
tertulias artísticas y políticas de una época convulsa.
Realmente
merece la pena pisar durante un rato el suelo que pisó Ramón y Cajal y
disfrutar de la fragancia a café que comenzó a inundar el madrileño
Paseo de Recoletos a finales del siglo XIX.
Estamos hablando, como no
podía ser de otra forma, del famoso Café Gijón, fundado el 15 de mayo
de 1888 por un asturiano afincado en Madrid. En su interior, el cual
tiene un aforo para unas 35 o 40 personas, podemos observar un acogedor
decorado a base de mesas de mármol negro contrastadas con el granate de
los sillones. Además este histórico café cuenta también con una terraza
que permite disponer de vistas a una de las calles más bonitas de
Madrid.
El establecimiento hace las veces de restaurante
ofreciendo grandes variedades que albergan desde desayunos madrileños
basados en chocolate y churros entre otras opciones, comidas con recetas
tan tradicionales como unas croquetas de jamón o unos calamares hasta
llegar a platos algo más innovadores como una ensalada de aguacate y
langostinos.
La oferta consta además de una selecta carta de vinos que harán una pareja perfecta con los platos seleccionados.
Existe
también la posibilidad de adquirir una serie de libros o de souvenirs
con precios que oscilan entre los 3 euros y los 30 lo cual se debe al
carácter turístico que tiene el establecimiento.
Los clientes podrán realizar reservas y consultas tanto por teléfono como accediendo a la página web de la que dispone el café.
En
2008 el Café Gijón recibió por parte del Ayuntamiento de Madrid un
reconocimiento por ser un comercio centenario, lo que se refleja en una
placa que situada en la fachada diseñada por Antonio Mingote.
Tan importante ha sido este establecimiento que incluso algunos de los escritores más renombrados hicieron referencias al mismo dentro de sus obras literarias. Este es el caso de Francisco Umbral que en su libro "La noche que llegué al Café Gijón" (1980) habla sobre la situación de este en la década de los 60 y los 70.
Os
presentamos de esta forma una parada obligatoria, un rincón especial
situado en medio del alboroto de la ciudad, una manera de trasladarse a
la vida bohemia de los grandes. Todo ello es posible aquí, en un café
que ha mantenido entre sus paredes la cultura y la lógica incluso en las
épocas más complicadas que ha vivido nuestra antigua ciudad.
El céntrico
Corte Inglés de Callao abrirá próximamente un nuevo espacio denominado Gourmet Experience. En este nuevo
concepto participarán diez marcas distintas: StreetXo, La Máquina, Central
Mexicana, Imanol, Amorino, Harina, Hamburguesa Nostra, Juanillo Club, Mister
Lee y Pizza al Cuadrado-Toma Café. Esta nueva fórmula se auto
presenta como “un nuevo espacio en el cielo de Madrid”. Este proyecto se inició
el pasado 21 de octubre. Su ubicación es privilegiada y, al situarse en la
planta novena del edificio, permite una vista espectacular de la Gran Vía o del
Palacio Real. Además, consta de una terraza que funcionará también durante el
invierno, donde se prevé la celebración
de conciertos y música en directo.
Con este nuevo
concepto el cliente podrá disfrutar de distintos tipos de cocina en el mismo
lugar, y además podrá observar la elaboración de los platos. El método consiste
en pedir en cada barra de todas las marcas y disfrutarlo después en una zona
central común de mesas altas y bajas. Tiene una superficie de 1500 metros y su
diseño también es destacado, porque pretende simular un teatro en el cual el
protagonista principal es el cliente. Su apertura es de 362 días, con horario
hasta medianoche, independientemente de la hora de cierre del resto del
establecimiento.
Y la gran
pregunta en estos tiempos de crisis, es si un concepto tan innovador y moderno
tendrá un coste excesivo, pero no, es posible comer en todos estos espacios por
un precio medio de entre 15 y 30
euros.
Si desea
disfrutar de la comida este es tu sitio, además merece la pena visitarlo para
poder disfrutar de su ambiente y de sus
vistas.